En la vida de todo cristiano la oración es algo esencial, es el alimento de nuestra alma. Así como el alimento es necesario para que nuestro cuerpo pueda crecer y estar fuerte y sano, también nuestra alma necesita el alimento de la oración.
Orar es entrar en contacto con Dios, nuestro Padre, con ese Dios con el que hablaba todos los días Jesucristo. De Dios, su Padre, Jesús nos habló muchas veces, nos dijo cómo era, nos enseñó el mejor modo de tratar con Él, y sabía cómo hacerlo pues era su Hijo amado.
Los cristianos de todas las épocas han buscado orar siguiendo las huellas de Cristo, recurriendo a Dios Padre con toda la confianza y sencillez de hijos en todas las necesidades y circunstancias de la vida. Dios estaba así presente en sus vidas.
Este manual recoge las oraciones más hermosas de la tradición cristiana, buscando que sean para ti un apoyo en tus oraciones a lo largo del día. Para rezar bien debes hacerlas tuyas y poner tu corazón, debes rezar como hijo que confía plenamente en su Padre-Dios. Lo que más le agrada a Dios son las oraciones hechas con fe y confianza.
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